lunes, 11 de agosto de 2014

Adolescentes Infractores de la Ley Penal: versiones del padre y post-modernidad: consecuencias psicosociales y jurídicas.

Autores:-Marangio, E. - Baamonde, P. - Gómez, S. - Battistina, K. -  Herrero, C.- Urcola, C.- Morello, M.*

PRIMERA PARTE

Resumen: A partir de las características y los modelos familiares que conocemos en nuestra práctica, intentaremos ubicar el alcance y las consecuencias que el discurso predominante de la época genera en el posicionamiento subjetivo de los adolescentes y su accionar transgresor respecto de la Ley Penal.
Asimismo intentaremos situar las consecuencias en lo jurídico y las posibles medidas reparatorias como los instrumentos de mediación, que permiten la restitución del lazo social.

Postmodernidad, cambios en la familia y jóvenes transgresores

El neoliberalismo de la década del 90 generó condiciones propicias a la destrucción de la figura paterna: desempleo, nuevos pobres, adjudicación de planes sociales otorgados exclusivamente a madres o jefas de hogar.
Comienzan a expandirse o a surgir nuevas categorías laborales, generando estrategias que les de continuidad dentro del sistema como proveedores de su familia.
Obreros, operarios, empleados de empresas, empleados públicos devaluados fueron a engrosar este nuevo grupo de trabajadores, asalariados sin ningún tipo de cobertura.
La crisis del año 2001 nos encontró con un porcentaje de población en situación de pobreza y con niveles de indigencia altísimos, motivo por el cual surgieron estrategias de supervivencia.
Surgen en la provincia de Buenos Aires y en la CABA un nuevo grupo de trabajadores, sin distinción de edad y sexo, transformándose algunos grupos familiares en pequeñas empresas de reciclaje de papel. Surgió una nueva categoría laboral llamada “Cartoneros”.
Desde esta pauperización socioeconómica, el padre en su rol de proveedor, queda en un lugar de labilidad en la estructura familiar, no pudiendo ejercer su función. Algunos padres, desde la impotencia, desarrollan un vínculo violento con sus hijos y su pareja, quedan atrapados por una problemática adictiva o se involucran en la transgresión para no perder su función de proveedor.
Consecuentemente, el PADRE queda deslegitimado y expulsado del grupo familiar. La figura paterna se fue devaluando, hasta quedar impotente o ausente, la madre quedaría como único referente de los hijos.
La madre no favorece la inclusión del padre. En la mayoría de los casos se observa que estas obturan la presencia del padre, por ejemplo negándose a que sus hijos sean reconocidos, ocultando datos al respecto del padre, incluso centralizando la función de la pareja parental como transmisores de la cultura, las normas, los valores, y en su lugar es la madre quien aparece como única agente de transmisión.
En la gran mayoría de los jóvenes atendidos en nuestro Centro, las madres son quienes concurren ante la situación de detención de sus hijos, los padres esperan a ser citados en los casos en los que sostiene vinculación con sus hijos. En muy contadas ocasiones los padres concurren solos a solicitar la libertad de sus hijos, y se presentan diciendo “la madre me pidió que venga por que ella ya no sabe mas que hacer con él”.
En estos casos, las madres resultan desbordadas, con una historia de fracasos personales, económicos y familiares, con dificultades para ejercer su función e imposibilitada estructuralmente para suplir la función paterna.
Los jóvenes intentan cubrir este vacío o carencia, ubicándose ellos mismos en un lugar de paridad frente a su único referente de crianza, la MADRE. Se sienten responsables frente a su madre y sus hermanos menores que suelen ser familia numerosa. Es así como abandonan la escuela y cualquier actividad que los ubique como lo que son HIJOS en la etapa adolescente, desarrollando una seudo adultez, que en su máxima expresión se traduce en la paternidad precoz.
En el intento de proveer a sus hermanos o a sus propios hijos, desde su inmadurez y la falta de recursos propios, transitan experiencias atravesadas por la marginalidad y la vulnerabilidad, que con el tiempo y la exposición sistemática quedan naturalizadas, llegando a infringir la ley, una y otra vez, evidenciando la interrupción de su proceso de socialización y la desorganización genealógica (no solo respecto a su familia de origen sino frente a la maternidad o paternidad adolescente).
Con frecuencia los hijos de los jóvenes atendidos son criados por las abuelas.
El incremento de la oferta de drogas y de las armas que se dio en estas dos ultimas décadas, fue paralelo a este deterioro de la estructura familiar, el cual también se dio de manera tan masiva que resulta difícil que estos adolescentes encuentren contención en referentes adultos sustitutos en la red social.
Sin embargo en los últimos cinco años aproximadamente, comenzó a escucharse en las entrevistas con los jóvenes otro discurso intentando justificar la transgresión, en el que aparecen buscando posibilidades de inclusión desde un lugar de consumidores.
Sistemáticamente, se escucha en los jóvenes el deseo de tener objetos o productos de valor o de status (indumentaria y calzado de marcas, motos y hasta autos), como único motor de su devenir y su presente, y como posición de prestigio social.
Pareciera que los jóvenes encuentran algún modo de sustitución mediante el CONSUMO, buscando valorizarse dentro del mercado, pero solo como consumidores en el intercambio social, sustituyendo el que Quiero Ser (conflicto típico de la etapa adolescente) por la demanda Quiero tener.

Versiones del padre: caída de la función paterna en la postmodernidad: su incidencia en la construcción subjetiva.

Decimos entonces que los adolescentes infractores de la ley Penal, provienen de familias desintegradas o monoparentales, donde la desorganización genealógica alude a la ausencia representacional paterna, por abandono franco, falta de reconocimiento legal y simbólico del lugar de hijo. Los adolescentes, en la mayoría de las entrevistas, aluden en su discurso manifiesto una marcada hostilidad hacia la figura paterna, expresando, a veces un franco odio de características parricidas.
Podríamos interrogarnos, dentro del contexto de la subjetividad adolescente, porqué se sienten tentados (sin poder sustraerse) a ubicarse más allá de la ley, en una provocación constante a este “padre”, con altos niveles de actuación que los convoca a la pulsión de muerte, a matar o morir.
Veamos como entiende Sigmund Freud desde una dinámica mítica, los procesos de construcción subjetiva del padre, según los avatares culturales y sus versiones del padre. Explicita este recorrido:
• Padre Primordial, violento, celoso: personaje todopoderoso correspondiente a la horda primitiva.
• Alianza de los hijos para matar al padre y devorarlo. Tras el asesinato surge el Padre como lugar de la ley (Tótem y Tabú).
• El retorno del amor al padre instaura la Culpa: se pone de manifiesto el lazo social como consideración del otro como semejante.
• La culpa trae aparejada la prohibición (parricidio-incesto). Estas prohibiciones anudan el deseo con la ley.
En la 4ta. Conferencia “Autocastigo y despojo”, Freud manifiesta que el “destino” encubre a ese “padre impío y violento” (Imperativo del Superyó) que reprocha y exige todo del hijo. En este contexto psíquico, la subjetividad no puede implicarse, el adolescente se manifiesta ajeno, casi en posición de objeto y funcionando a modalidad compulsiva.
En Lacan, el discurso sobre el Padre y su metamorfosis, está determinado por la introducción del Otro, destacando el lugar del padre como estructurante de la subjetividad.
La ambigüedad del padre aparece en su esencia: Nombre del Padre como ilusiòn que nos sostiene.
El Padre no puede cubrir con su amparo el abanico de la Ley: tiene fallas, culpas, limitaciones; está castrado y no puede cubrir los vacíos de la ley.
No hay versión del padre que nos ampare totalmente, por eso Lacan pluraliza los nombres del padre: todos debemos construir un padre de las distintas versiones de él. El padre es sanción, es creencia, es referencial.
El padre se construye en el texto de la novela familiar y las distintas versiones (del latín vertere: girar), implica no quedarse fijado en una sola versión; pasar de una a otra, quedarse en algún pasaje, sustituir. Girar en la dirección del proceso al padre, donde el sujeto encuentra su propia salida exogámica.
En la versión perversa del padre (père-versión) el padre genera odio y hostilidad y los adolescentes que atendemos, en su mayoría, quedan “fijados” allí: a esa versión entregan su propia vida. Muchos de ellos no logran construir un cerco a la pulsión (parcial-inconstante). En este sentido, el consumo de paco y la transgresión del joven desubjetivado, constituye una posición fija hacia la muerte (propia y ajena).
Veamos ahora, como ligamos conceptualmente estas dificultades en la construcción subjetiva, a la incesante caída de la función paterna en el medio socio-cultural, que Lacan nos venía anunciado desde mediados del siglo XX.
Lacan ubica al discurso capitalista dentro del ámbito del discurso del amo. En el discurso capitalista, el amo es el sujeto anómico: dueño de la verdad lo domina todo. Se hace legítimo lo ilegítimo, según el jurista Pedro David.
El discurso capitalista “produce” un efecto particular, entre otros, que promueven la caída de la función paterna en el marco cultural, social y económico de la Globalización:
• Forclusión del significante Nombre del Padre en la cultura y su sustitución por un amo que ordena sin límites.
• Forclusión de la castración. (nada es imposible).
• Superyó gozador (no eres nadie).
• Predominio de la función del objeto como causa de goce y aniquilación del deseo (todo se puede comprar y hay que hacerlo).
• Suspensión del sujeto que promueve significaciones y patentización del sujeto en lo real (no hay duelos ni pérdidas, consumo de drogas hasta morir, como modo de obturar angustia).
• Imperio del ideal de consumo (el consumidor consumido).
• Si el objeto determina al sujeto, los chicos roban para sostener la autoestima o el prestigio social.

Presentación de un Caso Clínico

Trabajaremos sobre un recorte de entrevista de admisión en el dispositivo de diagnóstico del CAD Tribunales.
Guido, 16 años. Vive en Barracas, Villa 21. Actualmente se encuentra desescolarizado, con 7° grado completo, sin repitencias. El abandono ocurrió luego de dos intentos de iniciar la escolaridad secundaria.
La problemática adictiva, de inicio reciente, aparece en su relato como secundaria respecto de su accionar transgresor.
Vive con su madre y su padrastro, a quien nomina como papá.
Al presentarse omite el apellido paterno. El apellido del joven es compuesto y está formado por el de ambos progenitores biológicos. Al constatar la documentación aportada por su familia y ser interrogado al respecto, el joven se ofusca y afirma que no quiere tener el apellido paterno dado que su padre abandonó a su madre durante el embarazo.
El padre sólo habría aparecido esporádicamente, atribuyéndole funciones de provisión mínima, sin regularidad, desprendiéndose en su relato que dicha posición provendría de “un no querer a pesar de poder, un abandono elegido”.
“Soy para él un juguete”, referirá el joven en un momento de la entrevista, mando su rechazo y su negativa a entablar un vínculo. No puede desplegar acerca de qué significa ser para él un juguete. Queda en silencio, pensando.
El joven se encuentra involucrado en situaciones de sumo riesgo y transgresión, reconocidas por él y por su familia. Su madre habría intentado solicitar intervención judicial e internación por la problemática adictiva, pedidos que resultaron fallidos.
En su discurso aparecen situados los comienzos de sus dificultades con la entrada en la pubertad. Intenta dar consistencia a su padrastro diciendo “él me habla, es bueno, me aconseja bien”. Respecto de la madre dice que no puede pararlo, “me diga lo que me diga, ella no puede conmigo”. Parecería que nada del orden de una ley lo puede organizar.
Convocado a interrogar posibles motivos de su inclusión en riesgos, el joven refiere que para él “es un juego”, demandando desde lo latente su internación. En este sentido habría encontrado en la misma un límite concreto, ya que venía involucrándose en riesgos desde los 13 años, sin atravesar ninguna sanción penal ni subjetiva.
- Al interrogar por qué roba, el joven responde: Quiero ropa de marca.
- ¿Qué de la ropa de marca te gusta?: No sé. Que sea de marca. En donde vivo es importante vestirse con ropa de marca.
- Insisto: ¿La calidad, los colores, el diseño…? ¿Qué de la marca es lo importante?: No sé. Si tenés cosas de marca, sos alguien.
Intento incluir la dimensión del riesgo, indagando qué registro tiene del mismo:
- ¿Pensaste en lo que podría pasarte a vos o a otros cuando robás con armas?: Para mi es un juego.
- Al ligar la situación de “juego” con el significante “juguete”, que él remite al padre, aparece la angustia.
Los padecimientos del adolescente se revelan a través de la caída del padre como función ordenadora y por estar inmersos en una sociedad globalizada que ordena gozar. La violencia como salida vacía, autodestructiva, pulsional y la ruptura del lazo social.
Una esperanza conservemos: no es del todo cierto que los distintos amos-capitalistas, se adueñan de la verdad. La responsabilización de adultos y adolescentes, es una punta para empezar.

*Filiación Institucional de los autores:
Equipo del Centro de Admisión y Derivación. Palacio de Tribunales (SENNAF). Ciudad de Buenos Aires.
Directora: Lic. Estela Marangio.
Trabajadoras sociales: Licdas. Paula Baamonde y Silvia C. Gómez
Psicólogas: Licdas. Karina A. Battistina, Claudia Herrero, Cecilia Urcola.
Abogada: Dra. María E. Morello

Bibliografía
Tótem y Tabú-Sigmund Freud-Editorial Amorrortu, Vol.13.
Primeras Conferencias de Psicoanálisis-Sigmund Freud-Editorial Amorrortu, Vol.11.
La Odisea del Siglo XXI-Efectos de la Globalización-Amelia Haydeé Imbriano-Editorial Letra Viva.
Entre deudas y culpas: Sacrificios-Marta Gerez Ambertín- Editorial Letra Viva.
Las Voces del Superyó-Marta Gerez Ambertín- Editorial Letra Viva.
Imperativos del Superyó- Marta Gerez Ambertín- Editorial Lugar.
De los nombres del padre-Jacques Lacan-Editorial Paidós.
El Reverso del Psicoanálisis-Seminario 17- Jacques Lacan-Editorial Paidós.
Globalización y Justicia Penal-Pedro R. David-Editorial Zavalía.
Los pibes chorros, estigma y marginaciòn-Daniel Miguens-Editorial Capital Intelectual.
Pan y afectos: la transformación de los familiares- Elisabeth Jelin-Editorial Fondo de Cultura Económica

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