jueves, 7 de agosto de 2014

Puntualizaciones y recorrido de las psicosis no desencadenadas.- Lic. Natalia Rotolo*

En lo relativo al diagnóstico el autor dice que (…) “se nos plantea como necesidad la elaboración de un diagnóstico que brinde una idea del escenario con el que contamos para que el dispositivo se instale (…) Pensamos el diagnóstico como forma de construir un saber con consecuencias sobre nuestra práctica y no como mero acto de etiquetar tipos clínicos”. (Barberis Osmar, 2007)

Sobre el problema clínico

En la primera parte de su enseñanza, Lacan ha puesto en acento en la presencia de los fenómenos elementales para diagnosticar las psicosis. En la neurosis nos anoticiamos de la represión por el retorno de lo reprimido.
Pero si sucede que algo de lo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entra en la simbolización, como en la psicosis, y es no reprimido, sino rechazado en el sentido de la forclusión lacaniana, sabemos de lo rechazado por su reaparición en lo real.

El fenómeno elemental es algo que ha sido rechazado de lo simbólico y que hace su reaparición en lo real.

Si el fenómeno elemental fuese la única manifestación clínica de aquello que fue rechazado de lo simbólico, y dicha manifestación sólo tuviese lugar a partir  del encuentro del sujeto con una circunstancia que lo precipite ¿Cómo podemos estar advertidos del infortunado encuentro, de que algo de lo tocante al ser del sujeto fue rechazado y evitar de este modo precipitar un encuentro que provoque una psicosis  sintomática? (Barberis Osmar, 2007)

También dice que si de la psicosis sólo supiéramos después del desencadenamiento, cuando una serie de fenómenos psicóticos ya tuvieron lugar, nos encontraríamos con un problema clínico.

El fenómeno elemental como criterio diagnóstico de las psicosis, parecería insuficiente para diagnosticar las psicosis no desencadenadas.

En la actualidad hay dos posturas diferentes dentro de la corriente lacaniana:

1)    Los que postulan que el fenómeno elemental es insuficiente para el diagnóstico de una estructura psicótica cuando esta jamás ha desencadenado.
2)    Los que plantean que los fenómenos elementales o al menos de franja siempre están y que solo hay que saber encontrarlos.

Axiomas lacanianos

Para Lacan, el campo psicopatológico se comprende por 3 estructuras: neurosis, psicosis y perversión y no puede haber pasaje de una estructura psicopatológica a otra.
La psicosis: para Lacan, aquello que la causa, es la forclusión de un significante primordial, el significante del Nombre del Padre.

En el Seminario 3, se pone de manifiesto cómo la presencia de fenómenos elementales en la coyuntura del desencadenamiento, permite diagnosticar la estructura psicótica.

El fenómeno elemental no es la única manera de anoticiarnos de lo que fue rechazado de lo simbólico.

Hay casos clínicos que no cumplen los criterios suficientes para incluirlos en el campo de la neurosis ni presentan los fenómenos patognomónicos de las psicosis.

Desarrollos teóricos de la obra de Lacan

La noción de estructura. Desencadenamiento y estabilización.

Lacan habla de psicosis clínica, cuando en la psicosis florecen los fenómenos que denominará elementales. Allí utiliza el término desencadenamiento, haciendo referencia a lo que sucede a nivel de la cadena significante.

“La cadena significante, una vez inaugurada por la simbolización primordial (…) se desarrolla según los enlaces lógicos de la metáfora y la metonimia.  El desencadenamiento tiene que ver con ciertos significantes que comienzan a hacer su aparición por fuera de dicha cadena, en lo real”. (Barberis Osmar, 2007)

Dice Lacan, si la falta del Nombre del Padre en el lugar del Otro, una vez que la psicosis ha desencadenado, es la causante de que se abra un agujero en el significado. La metáfora delirante es el lugar donde significante y significado se estabilizan.
“Postula que la interpretación delirante es un intento de cura que apunta a restaurar el efecto de significación entre significante y significado. Intentaría paliar el déficit en lo simbólico y sus consecuencias en lo imaginario, que produce en el sujeto psicótico la falta de un significante primordial.
El delirio va a suplir a la metáfora paterna, intentando dar sentido y cohesión a aquello que a causa de la ausencia de significación fálica, no lo tiene”. (Barberis Osmar, 2007)

“Ciertas identificaciones imaginarias pueden servir al sujeto de muletas para compensar la ausencia del significante, y de esta manera tener comportamientos aparentemente ordinarios”. (Lacan, 1955-1956)

Dice Barberis, que cuando hablamos de compensación, nos ubicamos en un tiempo lógico anterior al desencadenamiento, es decir, aún cuando jamás ocurra un desencadenamiento en la vida de un sujeto psicótico, siempre debemos suponer un momento previo de compensación.

¿Prepsicosis o Psicosis no desencadenadas?

Lacan utiliza el término prepsicosis al preguntarse por el comienzo de la psicosis, aunque paradójicamente postule la psicosis como antihistórica. Para él, el comienzo remite a un encuentro localizable biográficamente, ante el cual el sujeto queda en posición de recurrir a un significante que le falta. Este es un momento anterior al de la emergencia en lo real de aquello que fue rechazado, forcluido, en lo simbólico.

Fenómeno elemental

3 textos de Lacan:

  1. De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad.

Lacan agrupa bajo cuatro encabezados los fenómenos elementales: estados oniroides, estados de incompletad de la percepción, interpretaciones propiamente dichas, e ilusiones de la memoria.

Lo primitivo de estos fenómenos se relaciona con su valor desencadenante, inicial, pero no con el factor que explica ni la fijación ni la organización del delirio.

  1. Seminario 3

Vincula la estructura de los fenómenos de la psicosis a la estructura del lenguaje.

“El delirio es una composición de fenómenos elementales.”

Dice Lacan que los fenómenos elementales no son más elementales que lo que subyace al conjunto de la construcción del delirio.

La noción de estructura, como estructura del lenguaje toma fuerza y lo elemental del fenómeno ya no tiene que ver con lo primitivo.

La construcción del delirio no es secundaria en relación a los fenómenos elementales y lo elemental no se relaciona con lo primitivo. Delirio y fenómenos elementales participan de la misma fuerza estructurante.

  1. De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis

Los fenómenos de la psicosis son ahora tratados en términos de fenómenos del lenguaje.

La forclusión del Nombre del Padre en el lugar del Otro, decidirá el destino de la estructura. Si en este Otro, el significante del Nombre del Padre no ha tenido cabida, la condición del sujeto será psicótica. (Barberis Osmar, 2007)


Los fenómenos elementales y las psicosis no desencadenadas

La elaboración que Lacan realiza del concepto de fenómeno elemental amplía y precisa las herramientas teóricas para diagnosticar las psicosis. Las amplia porque ya no necesitamos de la alucinación o del delirio para diagnosticarlas, y las precisa en el sentido de que  todo fenómeno psicótico es remitido a las posibilidades mismas de la estructura psicótica en términos de la estructura del lenguaje.
(…) “Los fenómenos elementales no son los fenómenos patognomónicos de las psicosis. Ante la presencia de ellos, y por la posibilidad misma de articularlos a la estructura, no caben dudas de que se está ante una psicosis en los términos estructurales en que Lacan la formula. Pero la ausencia de los fenómenos elementales no es indicativa de la ausencia de la estructura que los genera”. (Barberis Osmar, 2007)

Lacan habla de los fenómenos de franja como aquellos fenómenos previos al desencadenamiento y que por lo tanto antes de los fenómenos elementales existían otros fenómenos posibles de ser articulados en la estructura. Pero si se lee con atención, Lacan los menciona examinando la función de fenómenos descriptos por Scheber y el escrito es de un psicótico desencadenado, es decir que los fenómenos previos al desencadenamiento no serán sino a posteriori.

El fenómeno elemental no es suficiente para diagnosticar una estructura psicótica.

Algunas puntualizaciones de distintos autores:

  • Callegaris

Propone a la clínica psicoanalítica como una clínica estructural en la medida que el diagnóstico se establece en la  transferencia. En la TR organizada por el discurso del paciente, el terapeuta es asignado en un lugar a partir del cual se puede realizar un diagnóstico.

La concepción de lo estructural, permite al autor postular un diagnóstico de psicosis aun en ausencia  de los fenómenos psicóticos como delirios y alucinaciones.

“La apuesta neurótica hay por lo menos uno que sepa lidiar con la demanda del Otro, entonces el saber va a tener un sujeto supuesto y la problemática de defensa se va a jugar en relación a cada sujeto con por lo menos uno que sabe”.
Para el sujeto psicótico la elección es otra, no pasa por la referencia al sujeto supuesto saber. El saber de la defensa es sin sujeto.

Lo que determina la estructura subjetiva es la presencia o no de un significante privilegiado, el significante del Nombre del Padre que opere en la estructura misma.

La estructura sujetiva no es diagnosticada por la presencia o no de los fenómenos elementales, sino a partir de determinar si el lugar ocupado por el terapeuta en la TR es o no el del supuesto saber y por el otro un capitoné específico de la psicosis que liga significante y significación pero sin  que produzca un amarre definitivo que se constituya como polo central. Esto permite pensar en la idea de alguna cosa que pueda funcionar como metáfora, que pueda dar significación.

  • Fernández, Elida

La autora plantea que en la consulta nos encontramos con individuos de estructura psicótica que aún no han desencadenado, pero donde se prevé que el desencadenamiento va a advenir. En estos casos no son prepsicosis… sino los momentos previos a la ruptura, donde en la consulta lo que escuchamos podría parecerse a una neurosis obsesiva o histérica pero falta el conflicto propio de cada neurosis. (Fernández Elida, 1995)

“Cuando habla de prepsicosis no esta pensando en el sentido de temporalidad lineal, puesto que define a la prepsicosis como estructuras psicóticas que nunca han desencadenado. Propone pensar las prepsicosis como estructuras que han logran una suplencia del significante primordial a partir de la cual logran una estabilización”. (Fernández Elida, 1995)

En las psicosis no desencadenadas nos encontramos ante ciertos agujeros en el discurso o ciertas articulaciones que no se realizan.

Lacan introduce el concepto de suplencia en el seminario 3, pero Fernández toma el concepto forjado en los últimos seminarios donde la carencia del significante del Nombre del Padre ya no es suplida únicamente por la producción de una metáfora delirante.



Referencia bibliográfica:
Barberis, Osmar. Psicosis no desencadenadas. Editorial Letra Viva. Buenos Aires, 2007.


*Lic. Natalia Rotolo. Psicoanalista- Maestría en psicoanálisis UBA. Miembro del Instituto Oscar Masotta- Supervisora de tratamientos en CET y Hospital de Dia “Un lugar en el mundo”. A cargo del gabinete psicológico  y proyecto de integración escolar con niños con necesidades educativas especiales del  Instituto Nuestra Sra. de Montserrat.

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