miércoles, 20 de agosto de 2014

"Morir y matar a los 17". Lic. Gabriela Insua*

Por estos días, en una ciudad de la provincia de Buenos Aires, una muchacha ha muerto.
Ha muerto luego de una feroz golpiza que le propinaron dos adultas y otra adolescente, de su misma edad.
Ha sido asesinada una muchacha…y no es la única.
Adolescentes y niños que se odian, que se agreden, que se matan.
Lo que hoy, la fábrica de los nombres que no son tales , ha dado en llamar Bullyng, ha existido siempre.
Se lo llamara como se lo llamase, la segregación, la denigración hacia el más débil o quien encarna un lugar que por cierta diferencia debe ser desestimado, es lo que ha ocurrido entre los niños y los jóvenes (en realidad en cualquier colectivo se tenga la edad que se tenga) desde siempre.
Lo que impacta, conmociona, perturba, es la violencia con la que se desencadena hoy este escenario.
Y es un hecho, comprobable para aquellos que hacemos clínica con adolescentes, que estos sucesos de ferocidad inusitada son más virulentos entre las mujeres.
Las muchachitas, púberes y adolescentes, suelen protagonizar hechos como los relatados, frecuentemente, a la salida de un boliche, en el contexto de una previa o al finalizar el día de colegio.
¿Será que cierta búsqueda de lo femenino erra su norte?
O ¿será tal vez que el entramado familiar y social las deja encontrándose con la castración muy en soledad?…”Ella está tan sola…” dice por allí una canción de la banda “Tan Biónica” que suele gustarles mucho
En el despertar de la primavera, como escribió el poeta, la oscuridad de una ferocidad sin ningún motivo aparente, las enfrenta, algunas veces es eso, un enfrentamiento casi al modo de una lucha, otras es el ataque furibundo de un grupo sobre alguna o algunas.
Generalmente, es por la posesión de un muchacho “amado”, que la mayoría de las veces, ni se entera que es el trofeo de un combate. Otras, es por aquello que tan bien describía Sigmund Freud, el narcicismo de las pequeñas diferencias.
En el caso de la joven asesinada que mencionamos al principio, por lo menos por lo trascendido, el motivo es algo así como que “se vestía muy bien para ir al colegio”.
Esto demuestra que el famoso “bullyng” no es siempre sobre un chico tímido y desvalido, al que toman por tonto, como suele ser la imagen que más comúnmente se hace del niño objeto de escarnio.
La mataron por “ir bien vestida”.
La lógica es muy otra y es menester no quedarnos entrampados en por qué inconducentes.
Hay una violencia en lo social, que encuentra en los adolescentes un campo más que fértil para desplegarse.
Hay furia, hay desamarres pulsionales.
La palabra parece no alcanzar para ser lazo.
Pero por otro lado no olvidemos, que lo social fogonea de uno y otro lado la ira por las pequeñas diferencias de las que hablamos.
Hace muy poco tiempo uno de los programas más vistos por las niñas y púberes era “Patito Feo”, donde había dos bandos: las “divinas” y las “populares”.
Obviamente, el programa era espejo de una cuestión ya instalada en lo social, pero que tuviera tanto éxito, que madres y padres acompañaran esa elección frenética de sus hijas llevándolas a teatros y comprando objetos alusivos, se presta a lecturas que no quedan en un éxito mediático.
Ahora bien, desde los hermanos Grimm o desde Andersen para acá, “patitos feos”, “Cenicientas”, etc.nos han acompañado en la infancia generando amores y odios, pero no desatando homicidios.
Algo está ocurriendo en lo social, y poner la mirada en que esto es un fenómeno puramente adolescente o puberal es jugar otra modalidad de la exclusión: el chivo expiatorio.
¿Cuantas niñas o jóvenes deben morir para que pensemos que tenemos que ver los adultos con esta furia adolescente?
Tomo las palabras de Lyotard, no son respuesta, pero tal vez inicio de pregunta:”Reescribir la modernidad es resistirse a la escritura de esta supuesta posmodernidad” 1
Resistirse a la escritura posmoderna que dice que esto está sucediéndole sólo a los adolescentes, no caer en respuestas fáciles y estigmatizantes, es un intento de reescritura.


1- Lyotard Jean Francoise, “Lo Inhumano”,Ed.Manantial,Bs.AS, 1998, Pág. 43


Lic. Gabriela Insua: 

  • Supervisora clinica y docente en Servicio de Salud Mental del Hospital Santojanni ( equipo atención a niños y adolescentes).
  • Supervisora clínica y docente en Centro Dos.
  • Supervisora clínica y docente en Dirección de Salud Mental de Municip. de Moreno, Pcia de Bs As.
  • Supervisora clínica en Programa Vínculos para la asistencia ante el ASI y la violencia familiar.

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